La auditoría interna, la externa y la revisoría fiscal están dirigidas a evaluar el cumplimiento de los procesos y de la normatividad aplicables a una entidad. Sin embargo, presentan diferencias significativas, como se detalla a continuación:
PRIMERO. ALCANCE. La Auditoría Interna es de forma voluntaria por parte de la administración de la entidad, la auditoría externa se hará de forma voluntaria por parte de la junta directiva, junta de socios, asamblea general de accionistas u órgano equivalente, la Revisoría Fiscal es de carácter obligatorio en las entidades que cumplen los requisitos señalados por la ley.
SEGUNDO. FUNCIONES. La Auditoría Interna evalúa el sistema de control interno y detecta hechos generadores de riesgos, propone mejoras en el funcionamiento de la entidad, la auditoría externa opera en interés de los administradores de la entidad y está dirigida a la empresa o terceras personas, la revisoría fiscal salvaguarda los intereses de los asociados y/o de las partes que conforman el ente económico y con ello el interés del mismo gobierno dirigido a la empresa, terceras personas, el Estado y la sociedad.
TERCERO. RESULTADO DE LOS INFORMES. El revisor fiscal debe determinar en el informe si los estados financieros son preparados sobre principios de general aceptación y si han cumplido con las normas legales, evaluar el logro de los objetivos institucionales de la entidad, el buen manejo de los recursos y evaluación del sistema de control interno, por su parte el auditor externo otorga fe pública a la confiablidad de los estados financieros y la credibilidad de la gerencia que los preparó.
CUARTO. RESPONSABILIDAD. La Auditoría Interna tiene responsabilidad con la administración de la empresa, Auditoría externa responsabilidad civil y la revisoría fiscal responsabilidad civil, penal y legal.
Fuente: www.Actualicese.com
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